Hoy por hoy nuestro país esta sumergido en una inmensa neblina política que no parece tener fin. Nuestros dirigentes ''políticos'' juegan con el poder entre ellos, cual infante recién nacido. Mientras, nosotros como parte activa de esta nación estamos idiotizados ante las grandes maniobras fraudulentas de los que en teoría, fueron elegidos para propagar el cambio... que ironía.
Lo que en realidad me preocupa es el descontento social que refleja el país y lo poco que hacemos (me incluyo desde luego) para rehabilitar los valores políticos y morales que en principio son nuestra única salvación. En esta ocasión me limitare tan solo a invitarlos a pensar, en nuestro país, nuestra sociedad, nuestra soberanía, si! esa de la que tanto se nos hablo en clases de moral y cívica en el colegio. A veces me canso de criticar y denunciar la mala práctica política dominicana, y esque estoy conciente de lo fácil que a veces resulta, pero sucede que el no hacerlo es aun peor.
Estamos viviendo un estado de individualismo patético, en el que lo que no me ha de dar beneficio alguno, aun sea lo mejor para la colectividad, no merece mi esfuerzo. En verdad estamos mal, muy mal...
Sin embargo no todo esta perdido, contágiese del cambio, pero el cambio real, puro y practico! ese en el que si le confieso, hasta yo necesito creer...
